We've updated our privacy policy! Click here to read about it.
  • Insertar Doc
  • Readcast
  • Colecciones
  • ComentarVolver
Descarga
 
 Huellas de la Historia
, núm. 18, año 2
Marzo 2011
ISSN 1853-2756
3
 
Plano General: Campo de Exterminio de Treblinka
Periodista del
 Estrella Roja:
Konstantin Simonov
Emplazado en una zona densamente arbolada, el perímetro de Treblinka II estabarodeado de una valla de alambres de púas camuflado con ramas insertadas y árbolesplantados a su alrededor. Torres de vigilancia de 8 metros de altura controlaban elcampo. El interior se dividía en tres áreas, la de recepción, la de residencia y la dematanza. Un reducido grupo deoficiales de las SS y de la policía junto a una importante guardiaauxiliar de ucranianos y polacosocupaban el área de residenciadonde también se encontrabanoficinas administrativas, unaclínica, almacenes, talleres ybarracones para los prisioneros judíos obligados a trabajar en elárea de matanzas.
4
 Ante el avance del Ejército Soviético sobre Polonia y una rebelión dentro del campoorganizada por prisioneros, los alemanes decidieron desmantelar Treblinka II y pusieroncomo fecha el otoño de 1943. Hacia julio de 1944, las tropas rusas se acercaban al áreay las autoridades alemanas junto a los guardias fusilaron a los prisioneros que quedabanen Treblinka I, lo desmantelaron y evacuaron a toda prisa. Los campos de Treblinka sontomados por tropas del Primer Frente Bielorruso del Ejército Rojo en la última semanade julio de 1944.
5
 Junto a los soldados del Ejército Soviético marchabanperiodistas rusos encargados de enviar las noticias del frente deguerra a periódicos de la Unión Soviética. El periodista para
Estrella Roja
, Konstantin Simonov, es enviado a observar elcampo de concentración y exterminio de Majdanek
6
, capturadopor los rusos, para escribir sobre los crímenes nazis allí cometidos. El Departamento Político central del Ejército Rojopermitió además la visita de periodistas occidentales al campo.
4
 
 Ídem.
 
5
 
 Ídem.
6
Sobre el campo de concentración y exterminio de Majdanek ver: United Status Holocaust MemorialMuseum,
Campo de concentración de Lublin/Majdanek: condiciones
, Enciclopedia de Holocausto,Washington D.C., 19/01/2011, www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007229
 
 Huellas de la Historia
, núm. 18, año 2
Marzo 2011
ISSN 1853-2756
4
 
Periodista del
 Estrella Roja:
Vasili Grossman
A los campos de Treblinka llega otro periodista del
Estrella Roja
, Vasili Grossman,quien mediante entrevistas a algunos sobrevivientes del campo localizados por soldadossoviéticos en los bosques cercanos y a campesinos polacos de la zona, reconstruye loshorrores cometidos allí por los nazis en su artículo titulado “El infierno de Treblinka”publicado en
Estrella Roja
en noviembre de 1944.
7
 Es su investigación sobre Treblinka, Grossman logra realizaruna descripción del funcionamiento del campo. En julio de1942, comenzaron a llegar los trenes con prisioneros judíosdesde diferentes partes de Europa. El periodista soviéticodescribe el viaje de los trenes procedentes de diversos lugaresde Polonia al campo:“En julio comenzaron a llegar a Treblinka los primerostrenes desde Varsovia y Czestochowa. […] En cada vagónde mercancías metían entre 150 y 200 personas. Durante el viaje, que duraba a vecesdos o tres días, no se les daba agua a los prisioneros. La gente sufría tanta sed quemuchos se bebían su propia orina. Apretados unos contra otros, a veces tenían quepermanecer en pie todo el camino. Muchos ancianos con problemas de corazón solíanmorir antes del final del viaje, particularmente durante los calurosos días de verano.Como las puertas se mantenían cerradas hasta el final del viaje los cadáverescomenzaban a descomponerse, envenenando el aire del vagón…”
8
 Pero los trenes procedentes de otraspartes de Europa no eran de mercancíasino de pasajeros: “Los trenes quevenían desde otros países de Europallegaban a Treblinka de una formamuy diferente. […] Esos trenes deotros países europeos llegaban singuardias y con el personal habitual.
7
Beevor, Anthony y Vinogradova, Luba,
Un Escritor en Guerra, Vasili Grossman en el Ejército Rojo,1941-1945
, Crítica, Barcelona, 2006, pp. 347-348.
8
 
 Ídem
, p. 353.
 
 Huellas de la Historia
, núm. 18, año 2
Marzo 2011
ISSN 1853-2756
www.huellasdelahistoria.com
5
 Había en ellos coches litera y vagones restaurante. Los pasajeros llevaban grandesbaúles y maletas, así como cantidades sustanciales de comestibles”
9
. De esta manera,los nazis ocultaban el aterrador final que les esperaba a los viajeros luego del largotraslado hacia Treblinka. El sadismo nazi continuaba cuando los prisioneros llegaban ala estación, en el andén una banda musical los recibía cuando descendían de los vagonesy una persona con uniforme de ferrocarril recogía los billetes de tren y los acompañabaa la plaza principal del campo.
10
 La descripción de lo que sucedíaen la plaza principal deTreblinka II realizada porGrossman en su artículo marcael dramatismo producido en laespera de miles de personas queno sabían su futuro inmediato.Parados uno al lado del otro envarias filas, muchas preguntascirculaban por sus cabezas hastaque el oficial de las SS daba la orden de dejar todas las pertenencias en el suelo ycaminar hacia la casa de baños portando únicamente sus documentos personales. Todos,caminando en silencio, se dirigían hacía un portón rodeado por una alambrada de seismetros de altura camuflada con ramas. El resto del camino estaba vigilado desde lastorres por guardias con ametralladoras imposibilitando a los prisioneros cualquierintento de fuga, huida o lucha. Grossman consigna en su artículo que solo los rusosluchaban en ese momento en contra de la locura nazi, “El mundo entero ha quedado ensilencio, cohibido, esclavizado por una banda parda de bandidos que ha tomado elpoder. Londres permanece en silencio, y también Nueva York. Y sólo a orillas delVolga, a muchos miles de kilómetros, ruge la artillería soviética”
11
.Mientras los prisioneros se dirigen hacía la cámara de gas del campo de Treblinka II, enla plaza principal, grupos de reclusos con brazaletes azul celeste se encargaban de abrirbolsos, paquetes y valijas para catalogar y seleccionar todos los objetos. Debíanclasificarlos y valorarlos en cuestión de minutos para enviarlos a Alemania para su
9
 
 Ídem
, pp. 353-354.
10
 
 Ídem
, p. 354.
11
 
 Ídem
, p. 356.
 
 Huellas de la Historia
, núm. 18, año 2
Marzo 2011
ISSN 1853-2756
www.huellasdelahistoria.com
6
 reutilización o a la fogata donde se quemaban los objetos sin valor; un solo error en laclasificación podía ocasionarle al obrero la muerte por fusilamiento, “Un peón quecometiera un error, como poner una vieja maleta de cartón en un montón de otras decuero seleccionadas para ser enviadas a Alemania, o que arroje un par de medias deParís, con la etiqueta de la fábrica sobre ellas, a un montón de viejos calcetinesremendados, tendría un serio problema. Sólo puede cometer un error”
12
. Una vezclasificados los objetos se llevaban al almacén y la plaza era barrida con rapidez paraesperar el próximo tren.
El camino a la muerte: «El Paseo Sin Retorno»
Una vez cruzado el portón, los prisioneros son alistados en una segunda plaza rodeadapor tres barracones, dos que funcionan como almacén para la ropa y el tercero donde seguardan los zapatos. Más allá se encontraba una caseta que llevaba escrito en uno de suslados «Enfermería», donde salía un miembro de las SS vestido de médico con batablanca y un brazalete de la Cruz Roja, quien se encargaba de separar los ancianos,débiles y enfermos del resto de los reclusos.Bajo órdenes cortas ydirectas de miembros delejército alemán, hombres,mujeres y niños se dirigíanhacía los barracones. Lafrase del miembro de lasSS encargado de separar alos prisioneros seescuchaba una y otra vez,acompañada por elcrepitar del látigo: “«¡Los hombres aquí! ¡Las mujeres y niños se desvisten en losbarracones de la izquierda!»”; luego, la serie de órdenes continuaban al ingresar a losdiferentes edificios: “«Las mujeres y los niños deben quitarse los zapatos cuando entrenen los barracones, metiendo en ellos los calcetines o medias. Los calcetines de los niñosen sus sandalias, botas y zapatos. ¡Sean ordenados!»” y a continuación se escuchaba:
12
 
 Ídem
, p. 356.
 
 Huellas de la Historia
, núm. 18, año 2
Marzo 2011
ISSN 1853-2756
www.huellasdelahistoria.com
7
 “«Al acercarse a la casa de baños deben llevar consigo sus documentos, dinero, unatoalla y jabón. Repito…»”
13
.Las imágenes de separación recreadas por Grossman en su artículo muestran el dolorsentido por los reclusos y la frialdad implementada por los guardias llegado el terriblemomento:“El amor maternal, marital o filial le decía a la gente que se estaban viendo por últimavez. Apretones de manos, besos, bendiciones, lágrimas y breves palabras pronunciadaspor voces roncas en las que la gente mostraba todo su amor, todo el dolor, toda laternura, toda la desesperación que les embargaba. Los psiquiatras de la muerte de las SSsabían que tenían que interrumpir inmediatamente esa expresión de sentimientos,ahogarla. Los psiquiatras de la muerteconocían las leyes que rigen en todoslos mataderos del mundo. Esemomento de separar hijas y padres,madres e hijos, nietos y abuelas,maridos y mujeres, era uno de los máscruciales. Y de nuevo suena sobre lamultitud:
«Achtung! Achtung!»
14
 El siguiente paso era enviar a las mujeres a los barracones correspondientes paracortarles el pelo con maquinas. Según la investigación realizada por Grossman, ese peloera embolsado y enviado a Alemania pero no pudo averiguar para que era utilizado.Mientras tanto, los hombres debían desnudarse rápidamente en el patio dejando toda suropa apilada para ser clasificada por un segundo grupo de prisioneros que portaban unbrazalete rojo. Un extraño olor, a veces tapado por un aroma a cloro, circulaba por elcampo acompañado de miles de moscas y un fuerte ruido emitido por las gigantesexcavadoras que trabajaban en Treblinka. En este ambiente, los prisioneros desnudoseran conducidos a la caja donde debían entregar los documentos y todo objeto de valorque aún portaran. Los guardias continuaban emitiendo órdenes a los gritos y losreclusos se detenían frente a un miembro de las SS sentado delante de una mesa convarias cajas de madera donde debían depositar los billetes en una, las monedas en otra,
13
 
 Ídem
, p. 358.
14
 
 Ídem
, p. 358.
de 14

Dejar un comentario

Debe tener para dejar un comentario.
Enviar
Caracteres:400
Debe tener para dejar un comentario.
Enviar
Caracteres:...